Carta abierta a un profe desconocido:
Mi muy estimado colega:
Quiero dirigirme a ti para compartir en alta voz algunas de mis inquietudes sobre el oficio que usted y yo amamos.
Ser docente es enseñar a pensar a nuestros estudiantes, no decirles lo que tienen que pensar. Enseñar es mostrar y mostrar no es adoctrinar. Mostrar es dar toda la información que tengamos a nuestro alcance junto los métodos para entender, razonar, analizar y emplear adecuadamente esa información. Es muy importante que dejemos nuestros dogmas, prejuicios y creencias previas en el pasillo de entrada a las pistas y volquémonos en cada sesión en compartir con los jugadores el proceso de descubrimiento y el entendimiento del juego no solo a través de nuestros experimentados ojos si no a través de los suyos, con todos los derechos a equivocarse y explorar soluciones antes de que nosotros les impongamos las nuestras.
No pasa nada si dudan incluso de nuestros consejos. No es una ofensa que lo hagan, es una prueba de su capacidad de juicio propio. convenzamos con argumentos y no con flexiones.
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Despertemos en ellos el dolor de la lucidez. No tengamos limites ni piedad en construir desde la educación y el respeto a deportistas que asuman su responsabilidad en el proceso y que miren de frente el resultado de sus acciones sin excusas, sin filtros, sin limitaciones
Preparemos a nuestros alumnos a no necesitarnos